El 29 de abril de 2024, un día lleno de inmensa alegría y significado espiritual, tuvimos el privilegio de celebrar la fiesta de Santa Catalina de Siena, santa venerada y Doctora de la Iglesia. Para agregar a las bendiciones del día, fuimos testigos de la profesión solemne de votos religiosos por dos dedicados frailes dominicos: nuestros hermanos chinos Dominic Hu y Joseph Xiong durante la misa presidida por nuestro prior provincial, el padre. Rubén Martínez Ortega.
Santa Catalina de Siena, conocida por su profunda espiritualidad, fe inquebrantable y búsqueda incansable de la justicia y la paz, continúa inspirando a innumerables almas en todo el mundo. Su inquebrantable devoción a Dios y su servicio desinteresado a los demás sirven como luz guía para todos aquellos que buscan profundizar su relación con lo divino y generar un impacto positivo en la sociedad.
Como Frailes Dominicos, los dos Hermanos que hicieron su Profesión Solemne han abrazado el carisma de la Orden Dominicana, que enfatiza la búsqueda de la verdad, el estudio, la contemplación y la predicación. Su compromiso con el estilo de vida dominicano es un testimonio de su profundo amor por Dios, su dedicación a la exploración intelectual y su deseo de compartir los frutos de su contemplación con los demás
La profesión solemne de estos dos Frailes Dominicos significa un compromiso de por vida de vivir según los consejos evangélicos de pobreza, castidad y obediencia dentro del contexto de la tradición dominicana. Es un momento sagrado de consagración, donde se ofrecen plenamente a Dios y a su pueblo, comprometiéndose a una vida de oración, estudio, comunidad y predicación del Evangelio.
Estamos inmensamente orgullosos de estos dos Hermanos que se embarcan en este noble viaje de servicio y contemplación. Su profesión solemne es un testimonio de su fe inquebrantable, su profundo amor por Dios y la humanidad y su deseo de seguir los pasos de Santo Domingo, el fundador de la Orden Dominicana.
Unámonos para felicitar a estos Frailes Dominicos por su profesión solemne, mientras dedican sus vidas a la búsqueda de la verdad, la predicación del Evangelio y el fomento de la justicia y la paz. Que su compromiso nos inspire a todos a buscar la verdad, vivir con integridad y servir a los demás con compasión.
Al celebrar la fiesta de Santa Catalina de Siena y ser testigos de esta trascendental ocasión, recordemos el poder de la fe, la belleza de la vida religiosa y el impacto transformador que las personas dedicadas pueden tener en el mundo. Que Santa Catalina y la intercesión de Santo Domingo guíen e inspiren a estos Frailes Dominicos mientras continúan su camino de servicio y contemplación.