Queridos hermanos
Feliz día de Nuestra Señora del Rosario
Desde que nuestros hermanos fundaron la Provincia, todos nuestros hermanos han puesto siempre su vida y sus ministerios en las manos de Nuestra Señora del Rosario. Creo que todos somos testigos de cómo gracias a su intercesión y protección muchos hermanos pudieron llevar a cabo grandes actividades misioneras y pastorales. Recuerdo que una vez antes de ir a predicar en una novena de la Virgen del Rosario pregunté a uno de nuestros hermanos mayores cómo había sido posible el que hubiera hecho cosas tan grandes. Su respuesta fue clara, gracias a María. Ella fue la que hizo posibles las cosas. Este testimonio siempre lo he llevado muy dentro de mí y lo he compartido muchas veces como un ejemplo a seguir. Cuántos hermanos siempre con el Rosario entre sus
dedos, en silencio, en soledad. El Rosario con María.
Todo nació en nuestra Orden con Santo Domingo, nuestro hermano al que seguimos y al que imitamos. Su amor a María. Gracias a ella fue posible todo cuanto él realizó. María, la compañera de camino, la protectora, abogada y patrona.
Hace unos días recibí un email de uno de nuestros hermanos de la provincia en la que me decía que en su comunidad han decidido rezar las cuatro partes del Rosario en común este mes de octubre. Las constituciones no nos invitan a tanto, pero tampoco está mal que lo hagamos ya que el Rosario nos une más íntimamente a los misterios que meditamos y genera el fruto de la comunión, lo primero para lo que los hermanos nos hemos congregado.
Como dominicos estamos llamados a promover la devoción al Rosario, algo tan nuestro. Vivámoslo y comuniquémoslo. Esta es la mejor forma de celebrar nuestra fiesta de Nuestra Señora del Rosario.
Fraternalmente en María.
Fr. Ruben op