Cada año la familia dominicana en Timor elige un sitio distinto para su celebración. Este año, 2022, decidimos celebrar la solemnidad de Santo Domingo en Hatolia. Hatolia se encuentra en Ermera, uno de los distritos de Timor Oriental; y es uno de los lugares de Timor Oriental donde uno de los sacerdotes dominicos fue martirizado junto con dos catequistas locales. El 6 de agosto salimos de nuestros respectivos lugares (Dili, Aileu, Same, Manatuto, Hato-Udo, etc.) hacia Hatolia. Un largo viaje, el camino estaba lleno de baches y polvo, y cuando llegamos allí, fuimos recibidos calurosamente por el párroco en su residencia.
El mismo día, por la tarde fuimos a Leimea-Kraik, a un pueblo donde el P. Michael Robert OP fue martirizado, para visitar el cementerio. Cuando llegamos allí, la genrte locales nos recibieron con su baile tradicional y nos llevaron a visitar dicho cementerio. Luego, tuvimos misa en la capilla cercana al cementerio junto con la gente. La misa fue presidida por el P. Provincial y con-celebrada por el párroco de Hatolia y nuestros hermanos sacerdotes dominicos. Después de la misa, fuimos a rezar al cementerio y concluimos ese día con el ágape fraterno con el pueblo en la residencia de la capilla, y después volvimos a la parroquia de Hatolia con el párroco.
Al día siguiente, 7 de agosto, tuvimos misa de la solemnidad de Santo Domingo por la mañana en la parroquia de Hatolia y la misa fue celebrada por el P. Provincial y con-celebrada por el párroco de Hatolia y nuestros hermanos sacerdotes dominicos. Durante esta solemne misa, tres de nuestras hermanas dominicas misioneras del Rosario renovaron sus votos religiosos.
Después de la misa, nos reunimos en el salón parroquial con los feligreses para continuar esta celebración con algunas actuaciones realizadas por nuestros jóvenes dominicanos, aspirantes, postulantes y novicios de diferentes comunidades dominicanas en Timor Oriental. Después, almorzamos junto con el párroco y los feligreses en su residencia y nos despedimos de ellos y regresamos a nuestros respectivos lugares.
Uno de los momentos inolvidables en esta celebración fue la respuesta de uno de los feligreses cuando el P. Provincial preguntó por el misionero mártir durante la misa en nuestra visita al cementerio del mártir dominico en Leimea-Kraik, Hatolia. El P. Provincial preguntó: "¿por qué el P. Michael Robert OP dejó su propia tierra, su vida de confort, vino a Timor Oriental y se convirtió en un mártir en un lugar marginado como este?" Uno de los feligreses respondió: "por su amor a Dios y al pueblo de Dios". Esta respuesta nos recuerda el amor que nuestros antiguos padres dominicos tenían por Dios y el pueblo de Dios y su fidelidad por su misión. Además, esta respuesta también nos hace preguntarnos: ¿cuánto amamos nosotros a Dios? ¿Cuánto es nuestro amor por el pueblo de Dios? ¿Y cuánro fieles somos a nuestra misión?
-Hno. Agostinho Mendonca OP