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Capítulo General: Reacción a la evaluación plenaria tras finalizar 9 años de mandato.

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Fr. Bruno Cadorè, OP., presentó su informe tras 9 años de mandato, en vísperas de la finalización de su periodo como Maestro de la Orden de Predicadores. Presentamos las reacciones de la presentación del informe.

Se inició hablando acerca de la predicación, misión, vida en común, estudio; y la integración de estos elementos al progreso que estos ofrecen.Enfatizando que las comunidades deben ser lugar de interacción humana y oración. Es necesario trabajar aún más en ello. 

Para que los hermanos lleguen a conocerse a sí mismos en un período de cambio es importante comprendan el gran valor de la fraternidad. Ya que nuestras comunidades deben ser lugares de encuentro, de justicia y paz, incluso cuando no estamos tranquilos al respecto.  

La colaboración en la formación inicial y la colaboración entre las provincias e instituciones bajo el Maestro de la Orden es una tarea de todos. La formación y centralización de fondos para ayudar a la formación inicial no debe limitarse necesariamente a los centros dominicanos, sino también a otras instituciones. ¿Cómo poner a disposición los centros que tenemos? ¿cómo podríamos hacer que estos centros sean más útiles para la Orden que para otros? El Maestro de la Orden subrayó el deber de colaboración con entidades débiles. Algunas han sido muy útiles, pero no es suficiente, por lo tanto, debemos pensar en ello. 

Acerca de la formación permanente, es posible que tengamos hermanos que no hayan cambiado después de pasar los años de formación en la Orden. y es necesario tomar las riendas sobre ello, por ejemplo, en Asia, se han organizado cursos para formadoresen los que se incluyeron a las hermanas y el curso de las personas en formación que acaban de ordenarse en Asia Pacífico. 

La colaborar en la formación es importante para que la Orden responda a los desafíos. Hay una serie de sugerencias. Sabiendo que existen la Ad intra:colaboración entre provincias, prioratos, viviendas, y Familia dominicana; Ad extra: diálogo interreligioso.Deben existir diferentes formas de solidaridad tanto en la economía como en la integridad entre la praxis y la teoría. Es necesario educar en la formación de la tecnología cuando ésta avanza tan rápido. No podemos olvidarla, ni eliminarla. También debemos colaborar con la iglesia local que no necesita de dominicos, pero si poseen sus propios necesidades y requisitos. Por lo tanto, debemos preocuparnos por el diálogo y no por la sumisión ciega. Debemos abrir fronteras para que los hermanos puedan venir a una provincia para formarse.

Debemos ser custodios de la Esperanza, poniendo nuestra atención en la vulnerabilidad,indiferencia y división en nuestro mundo.¿Cómo podríamos inculcar en los vicariatos y provincias el tener conciencia de las necesidades de sus entidades? ¿cómo predicamos en una sociedad de religiosos ignorantes? ¿Con qué frecuencia la Orden elige la formación intelectual para las generaciones más jóvenes en formación, cuando debe extenderse a todos? Este es un juicio sobre nosotros, no sobre el mundo. No les estamos apelando. 

Debemos preocuparnos por personas que, si bien pueden estar en buenas condiciones económicas, podrían sentirse solas y ser llevadas a cometer suicidio. Es necesario dar testimonio de que la iglesia da su aporte ante esta y otras vulnerabilidades. En la Orden no hemos dado la importancia necesaria a estos temas en el proceso de formación inicial humana. A veces, no nos escuchamos unos a otros y eso ya es un problema. ¿Cómo podríamos tener esperanza cuando no nos gusta escuchar? 

También necesario que los formadores puedan formarse para este oficio. El formador tiene que escuchar también. Porque nos fijamos más en la norma que en los sentimientos profundos de las personas. Simplemente imponemos en lugar de permitirnos expresar y escuchar, por lo que necesitamos armonizar. En la formación estamos en una situación única, primero debemos informar nuestra propia historia personal. Es posible que hayamos cometido nuestros propios errores en el pasado, particularmente en la formación.  Y para ello deberíamos ver quiénes son nuestros candidatos.

La comisión tiene hombres y mujeres que podrían ayudarnos con ciertos principios. Tomamos decisiones sin haber consultado y hay hermanos en la Familia Dominicana que podrían ayudarnos en estas materias. Por mencionar uno de ellos, la falta de motivaciones ad intra, particularmente en los frailes que se encuentran en tiempos de crisis. Somos fuertes y débiles y, por lo tanto, debemos ayudar

Hay grados de fortaleza y debilidad en cada uno de nosotros. El cual es un tema de relacionado a la reconciliación. Es necesario no pensar que el otro está menos capacitado que “yo”. Es imperativo que el mensaje de esperanza y perspectiva de autoevaluación y auto crítica estén presente como parte de nuestra propia responsabilidad. 

Y para finalizar recordó que en Nigeria hay muchos pastores y las personas acuden allí para escuchar a los predicadores. Predican muy bien. Después de nueve años de formación debemos preguntarnos ¿Predicamos? No vemos que el carisma brille. El Maestro de la Orden abogó por un cambio radical en la formación para robustecer la formación de predicadores.