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Timor Oriental Celebra La Bendición De La Primera Casa Dominica.

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A las diez de la mañana, Su Excelencia Virgilio do Carmo de Silva, Obispo de Dili, comenzó la ceremonia de bendición de la nueva Casa de Santo Domingo que la Provincia de Nuestra Señora del Rosario ha construido.

La bendición inició con una breve reseña histórica de la presencia dominicana en Timor Oriental y la llegada de los Hermanos de la Provincia de Nuestra Señora del Rosario. Después de eso, la comunidad honró con la imposición tradicional de la bufanda a Su Excelencia, a representantes de los Hermanos, la Familia Dominicana y algunos dignatarios, entre ellos, el Presidente de la Compañía responsable de la construcción de la casa. La ceremonia continuó con el corte del listón en manos el Obispo, Fr. Bonifacio Solís García, OP., Provincial, algunos frailes dominicos, y las diferentes congregaciones de las Hermanas Dominicas. Luego de ello, se inauguró la junta organizadora del evento para así continuar con  la bendición de la casa , la capilla, los nuevos vasos litúrgicos y tener la celebración eucarística.

La liturgia fue simple y solemne. La música estuvo a cargo de los jóvenes dominicos, las postulantes de las hermanas dominicas, y las niñas del orfanato de las Hermanas Misioneras del Santo Rosario. Un numeroso grupo de fieles, miembros de la Familia Dominicana, y otras congregaciones religiosas asistieron.

La Eucaristía fue celebrada por el padre dominico y concelebrado por dos religiosos y sacerdotes del clero. Cabe señalar que asistieron seis miembros de los laicos dominicos en Corea del Sur que han ayudado mucho a la misión y puesto en marcha los proyectos sociales iniciados por los Hermanos.

La bendición y la inauguración formal de la casa concluyó con un almuerzo organizado por la Familia Dominicana y algunos voluntarios y vecinos de la actual casa de Santo Domingo en Dili.

Si hiciéramos un recorrido por la casa podríamos decir que el sótano es bastante grande y será un buen lugar para futuros proyectos y reuniones de los jóvenes e incluso de una posible escuela. En la planta baja, a la derecha de la entrada, hay dos salas para visitantes, están el comedor y la cocina. También hay dos grandes salas destinadas para reuniones y conferencias, con la posibilidad de dividirlas y trabajar con varios grupos al mismo tiempo. EN el mismo piso está la  Capilla. Subiendo al segundo piso, a la izquierda, hay habitaciones individuales para los hermanos, y está la sala comunitaria. A la derecha hay dos dormitorios para los postulantes, su comunidad, y un aula. Desafortunadamente, la casa aún no está terminada y habrá mucho trabajo por hacer antes de que los hermanos puedan mudarse.

Deseamos expresar nuestro agradecimiento a todos aquellos que han hecho posible la construcción de la casa, los vicariatos y las misiones que han contribuido al presupuesto de esta construcción. Del mismo modo, agradecemos a los hermanos que trabajan en ambas comunidades, Hatudo y Dili. Esperamos con ansias el día en que más hermanos se unan a esta comunidad y se pueda lograr un mayor desarrollo de la misión.